sábado, 24 de diciembre de 2011

Este año seguramente os habéis dado cuenta de que la Navidad, casi no parece Navidad. Papá Noel ha estado intentando salvar el euro, ayudar en el cuerno de África, moralizar a todos aquellos que no tienen empleo y seguir repartiendo unas pocas sonrisas a los niños.
Este año la organización en el Polo Norte ha sido un caos e incluso Mamá Noel ha tenido que descuidar algunas de sus tareas para suplir a su orondo marido al mando de la expedición que llevará a cabo esta noche.
Una pequeña ayuda para repartir felicidad

Uno de los trabajos que no ha tenido tiempo de hacer es tejer el jersey que Santa Claus lleva debajo de su casaca cada Navidad. Por ese motivo, a couple ha enviado uno de sus jerséis más cálidos para que esta noche o mañana por la mañana en cada casa haya un poquito de felicidad.
Recordad que la felicidad no siempre tiene forma de regalo; a veces no es palpable y otras incluso no se percibe hasta que se recuerda el día con un indicio de sonrisa en los labios.
¡Feliz Navidad!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Camino de baldosas amarillas

El mundo es un pañuelo y el pasado sábado se reunieron en un rincón con cierto encanto 25 diseñadores para mostrar al mundo, una vez más, su estilo.

En la calle Princesa de Barcelona el ambiente era diferente, la gente se sentía como Alicia tras morder el pastel y entrar en el mundo fantástico del Sombrerero Loco. El hotel escogido lanzaba a través de sus ventanas notas de música con aire retro. Las escaleras estaban llenas de gente diferente y armónica. Era un impresionante cuadro renacentista del siglo XXI.

Tras el último peldaño, unas tenues luces azules y rosadas mostraban al visitante la dirección a tomar. En cada puerta, unas gruesas cortinas transparentes te invitaban, tal y como hizo la Serpiente con Eva, a pecar del disfrute de las colecciones.

La gente reía, bebía, la moda se había convertido durante unas horas en obras de arte en movimiento. Muchos de los diseñadores lucían sus prendas y hablaban de sus inspiraciones y anhelos sin reparos.
En una de las habitaciones más espaciosas, con vistas al Born, El Colmillo de Morsa permitía a las Alicias tocar con las manos sus prendas. Sus dos creadores sonreían a cualquiera que cruzara el umbral y Elisabet Vallecillo, un Colmillo, atendía a los más reticentes a experimentar la sensación de acariciar un sueño con las manos.

Amigos, conocidos, curiosos, expertos, perdidos e ilustres iban entrando y saliendo de las habitaciones que cada marca había decorado a su propio estilo. Joyas encima de la cama, chaquetas colgadas en las duchas, perchas de madera con pequeños vestidos para grandes princesas o zapatos que envolvían la cama y la convertían en un centro de reuniones, todo en una sola planta.

Imaginario a couple


En la habitación 27 una cama vacía llena de fotos y cuadros de madera. Dos burros llenos de prendas con nombre propio, una pequeña mesa llena de chapas y Núria y Laia atendiendo a los aventureros que cruzaban el umbral. El eco de las sonrisas llenaba el ambiente, los dulces volaban del cuenco y los expertos compraban prendas para lucirlas estas Navidades.

La gente tras visitar las 25 habitaciones bajaban las escaleras con euforia, embriagados de la juventud y la alegría de las promesas cumplidas, de la ilusión de encontrar aquello que esperabas, de saber que aún hay gente que tras la puerta lucha por seguir su camino.

domingo, 4 de diciembre de 2011

El indomable ser a-couple

huella interior
Llega un momento en el que el ser humano debe definirse por sí mismo. Los elementos innatos se han manifestado y el aprendizaje social ha concluido. Es en ese instante cuando, de forma un poco inconsciente, el ser humano acaba de definir su personalidad.
Hay dos hechos diferenciales clasificatorios: la valentía y la independencia. El largo viaje que hacemos desde que nacemos hasta el preciso momento en que decimos «yo soy así», transcurre lentamente a una velocidad de vértigo.
Debemos ser valientes para aceptar que nuestro carácter está latente y se manifiesta, a veces de forma correcta y otras de manera exagerada. Ser valiente significa mostrarte tal y cómo eres aún cuando el mundo te es adverso.
El segundo hecho diferencial es la independencia. Estamos ligados y sujetos por personas que nos quieren, aún así, aparece ese momento en el que eres tú el que debe tomar la decisión. No hay lazos, no hay red que pare tu caída. Eres tú y el mundo jugando una partida de póquer.
La independencia es una decisión continúa, una elección constante que hace que aprendas por ti solo, que escuches y asimiles la información y luego con la mayor determinación posible la uses sin tener que contar con la aprobación de los que te rodean.
Los seres a-couple luchan constantemente para ser independientes y valientes en un mundo a veces dinámico y otras homogeneizado. Una lucha que no es brutal ni despiadada simplemente continúa y gratificante porque va moldeando tu carácter y le da a tu identidad un punto diferente y único, una huella digital identitaria.