Que distinto es aquello que hace
tiempo que no vemos. Parece extraño, incluso poético, redescubrir algo por el
simple hecho de cambiar de perspectiva. Eso es lo que ha pasado al leer la
entrada de a couple a la hora del café.
Conozco a Núria y a Laia, sé cómo
trabajan pero de repente, verlas con otros ojos me ha dado la sensación de que
aún hay rincones que no conozco, cosas de la marca que me sorprenden, prendas
que me vuelven a enamorar cómo si fuera el primer día.
Las creadoras de a couple en su estudio |
Las creadoras de a couple están
en un constante creación, inspirándose día a día, bebiendo nuevos vientos,
soñando con nuevas técnicas y recuperando viejas costumbres.
Estos días caminando por las calles
he vuelto a ver looks de los años 70, Levi’s con aire vintage y viejos vestidos
de lunares colgados en tiendas de segunda mano. Me parece curioso ese cambio,
esa niebla de glamour antigua que de repente llena los armarios y nos convierte
a todos, de una manera u otra, en seres mágicos, especiales.
Las costumizaciones, los apliques
de piel, las tachuelas, el toque mágico del collar de la abuela, una falda
hecha y pensada para nosotros. Debe ser que la primavera aún no ha llegado del
todo y me cuesta desprenderme de la nostalgia almacenada durante el invierno.
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